Exclamo en un decepcionante tono, que el mundo una porqueríase había vuelto. Luego recogió con sus manos los huesos verticales de la garganta para exclamar la rabia.
— Lo material ocupa más espacio en sus corazones y en sus riñones.
Sin embargo, las casas están vacías —
el porque es simple, se dijo; sus hogares repletos están…eso no implica que estén habitados de cosas que si importen -que el tiempo traspasan. Los pasillos son de plata exportada y la mente habitadas
por cucarachas dislocadas.
— se ha vuelto una porqueria el mundo. Ha muerto el mundo— se resignó.