“¡Hey, tú!
Loca, sufrida, demente, desesperada”
me dicen, que atención solo busco para a propósito quedarme comiéndome una cama rota cerrada.
En dos, tres, cuarto, cincuenta versiones se parte mi cuerpo de mujer de avena,
yo no soy ninguna piedra…
la soledad me encuentra despierta y sueño con un mundo que no le tire con el tira piedras palabras absurdas, dedos apuntados, juzgando sin saber de dónde viene el sentimiento de esa…
una, otra persona que entre paredes oscuras llora tormentas..
¡Sufrir de una depresión no es una decisión como cambiarse de panties!
Hoy me desnudo, siento, grito…
la vida que devoran dentro de mi historia de nubes hechas
sumisa no quedará en mi página,
rompí tu ignorancia.
