Foto por José A. Silva
Es esa, la luz, que entra por las cortinas azules quien me recuerda tu ausencia.
No soy yo, eres tú,
traes a mis abuelos a sentarse sobre un lunar a tomarse un cafécito conmigo.
Eres tú puntual a las seis de la tarde
como un camino esperando que lo pisen
aun así los lastimen las pisoteadas.